Evolucionando

Llega el momento de la observación y de dejar que la naturaleza actúe por su cuenta: mis polluelos están diviéndose y el parte de hoy (día 2+ tras la punción) es bastante tranquilizador: han vitrificado los 10 mejores y 8 han quedado en observación. En unos días sabré qué ha ocurrido con ellos.

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Lunes 26 de julio de 2010: Edito la entrada para comentar que el laboratorio (Arantxa se llamaba la chica) me han dicho que de los 8 en observación han vitrificado 1 en día 3+ y 1 blastocito en día 5+. En palabras textuales nos han dicho que se han 'quedado con los mejores' y ha deseado que esta vez me puedan embarazar. Dios la oiga.

p.s. Cuando he llamado para interesarme por mis pollitos la biológa que me atendido no tenía mi expendiente a mano y me ha dicho: 'te llamo yo en unos minutos, además me has pillado haciendo un embrión'. Bonito trabajo éste de hacer embriones.

Gallinita ponedora

Esta vez nos ha sorprendido gratamente el resultado de haber pasado por quirófano: 24 ovocitos recolectados.
La verdad es que los dos ultimos días caminaba como un patito, oscilando de lado a lado, despacito, pues notaba los ovarios inflamados y caminar me repercutía en ellos.
Supongo que en esta cifra algo ha tenido que ver la mejora de antrales. Dicha mejora se realiza para conseguir ciertos valores hormonales y comenzar la estimulación en el punto óptimo. Así, los ovarios responden mejor que si no se realizara. Me alegro entonces de que la doctora me hiciera repetir hasta 3 veces la mejora porque parece que ha dado resultado.

Y en cuanto a calidad ovocitaria parece que esta vez también hemos mejorado: de los 24 extraídos 19 son maduros y ¡han fecundo 18¡ estoy muy contenta, aunque soy consciente de que alguno se pierde por el camino creo que esta vez tenemos posibilidades reales de lograrlo.

Mañana me llamarán para ver cuántos han vitrificado a la espera de que yo me limpie de medicación, recupere mis niveles hormonales normales y Juana lo vea claro para transferir, que será después del verano.

Semana IVI

Qué contenta me siento de haber decidido pasar la semana de estimulación a la vera del IVI... y es que para minimizar molestias de desplazamiento y estar cerca de la doctora de mis amores en este punto arreglamos temas de trabajo y tema de alojamiento para poder pasar una semanita entre paellas y ecografías.

Ya llegan las burbujitas

En mis dos anteriores estimulaciones ováricas la sensación fue la misma: en el momento que los ovarios comienzan a trabajar animados por las gonadotropinas que me inyecto cada noche puedo notar unas 'burbujitas' dentro de los mismos.
Es una sensación casi placentera, y por lo menos yo me quedo tranquila sabiendo que me estoy pinchando bien la medicación.
Mañana tengo la primera foto para ver cómo van creciendo mis 'racimos' (jejeje)

¡Por fin luz verde!

Nunca había tenido tantas ganas de comenzar a masacrarme la tripilla con las inyecciones. Despues de nuestra pasada visita a IVI Valencia el 25 de junio, la doctora Crespo me dio luz verde a comenzar con la estimulación.
Uf, la estimulación. Primero vienen una serie de inyecciones para frenar los ovarios y tras eso, llegan las potentes hormonas estimulantes. El chute glorioso que te convertirá los ovarios en racimos de uvas. Bueno, al menos los míos, que son poliquísticos. Pero el caso es que hoy, jugando a las farmacias, mezclando polvitos y sueros, midiendo la pluma y tratando de no perder ni una gota de la preciosa medicina me ha entrado un agobio tremendo por todo, por las veces que ya me he pinchado, por volver a tener que inyectar este cocktail a mi cuerpo, porque no quiero fallar en nada que esté en mi mano, porque me siento torpe y porque la incertidumbre del resultado final del tratamiento me mata.
Menos mal que mi churri se ha comprometido a cargarme él la medicación todos los días para que lo mío solo sea llegar y pinchar. (Gracias!)