lunes, 7 de febrero de 2011

15 semanas (mi imparable gusto por la comida)

Esta semana tu bebé mide alrededor de 10 centímetros, y si lo tomaras en tus manos, notarías que ya incluso pesa un poco. Ahora está respirando líquido, el líquido amniótico en el que flota, porque eso le ayudará a desarrollar los pulmones. Sus brazos y piernas han crecido más, y puede mover las articulaciones. Por el momento tiene todavía los ojos cerrados, pero puede notar la claridad. Si te pusieras una linterna sobre el vientre, el bebé se apartaría. Otra cosa que tu bebé está desarrollando ahora es el sentido del gusto. Hay estudios que muestran que los sabores de los alimentos que comen las mujeres embarazadas acaban en el líquido amniótico. Hay incluso un estudio del Centro Monell de los Sentidos Químicos en Filadelfia, que afirma que los bebés pueden saborear lo que la madre acaba de comer. También se descubrió que si comes alimentos sanos durante el embarazo, al bebé pueden empezar a gustarle esos sabores. Así que, ¡nunca es demasiado pronto para enseñar a tu bebé a comer bien! Si te hacen una ecografía en las próximas semanas puede que ya te digan si esperas un niño o una niña. Pero no te desanimes si no te lo pueden decir todavía. Para poder ver con claridad el sexo, el bebé tiene que estar en una posición en la que se le puedan ver los genitales. Si en el momento de la ecografía está acurrucado o está de espaldas, el sexo de tu bebé seguirá siendo un misterio. El sexo del bebé también se puede determinar por la alineación del tubérculo genital (de donde nacen después los genitales) con la línea de la espalda. (Baby Center.es)

La expansión de mi barriguita sigue imparable. Hace apenas unos días probé el 'poder' de la misma tratando de conseguir un asiento en hora punta abriéndome un poco el abrigo para mostrarla y la verdad es que ¡funcionó! Un chico se levantó para cederme su sitio. ¡Me quedé maravillada y con unas ganas de reír tremendas al comprobar que efectivamente mi barriga ya puede identificarse como de 'preñi'!
Tengo muchísimas ganas de poder ir notando algún indicio de que el peque se mueve, pues a ratos me come la ansiedad y las ganas de ir corriendo a hacerme una eco para comprobar que el pequeñajo se encuentra bien.
Este fin de semana pasado hemos acudido a un spa aprovechando una escapadita y me ha encantado nadar un poco en agua calentita. Voy a ver si puedo apuntarme a clases de natación para embarazadas porque creo que me vendrían fenomenar para ejercitar los músculos y controlar el peso. Y es que creo que éste puede descontrolarse fácilmente por el hambre que siento buena parte del día... ¡y lo rico que me sabe ahora todo! estos últimos días siento una especial predilección por las patatas fritas con ketchup... ummmmmmmm, me comería un montón! La cruz es la acidez que luego tengo que soportar tras un buen número de comidas... ¡qué se le va a hacer!

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