Ya tengo a mis peques conmigo, yuju!!!!!!!!! Qué día tan bonito el de ayer. Largo, como últimamente son los 'días IVI' pero fructífero.
Salimos de Madrid a las 10.30 am. Teníamos por delante unas 3 horas y media de camino. A las 12.00 llamé al laboratorio para saber si habían descongelado a mis polluelos, y aunque aun no lo habían hecho, la bióloga casi me aseguró totalmente que no habría problemas, pues la vitrificación es una técnica segura para los embriones. Me adelantó que la transferencia estaba programada para las 17.45 pm. Tendríamos que esperar un poco más de lo previsto, pero ¿a estas alturas importaba esperar un rato ás? Al ratito nos llamó de nuevo para confirmar que efectivamente el proceso de desvitrificación había ido correctamente. ¡Qué bien!
La parte bonita del día comienza cuando nos dirigimos a IVI despues de comer y pasar un rato en un centro comercial cercano. Ataviada de nuevo para pasar por quirófano con mi camisón y mis zapatillas ya habituales en los últimos meses, nos recogieron en la habitación solo 30' más tarde la hora prevista. Me hacía mucha ilusión que mi husband me acompañara, pues hasta ahora solo me había dirigido yo a quirófano. Por supuesto él también tuvo que prepararse para entrar.
Rápidamente me colocaron en la posición requerida y apareció Juana. Y como siempre, y hasta ahora doy gracias, portadora de buenas noticias. Lo primero que hizo fue dejar en mi regazo una fotografía de mis dos preciosidades de 2 días de desarrollo(qué ilusión, es la primera vez que nos dan foto de nuestros embriones). Nos comentó que la elección de los dos había estado difícil porque todos eran de calidad. La verdad es que oír estas cosas en esos momentos de incertidumbre es estupendo. Me colocaron el espéculo y tras pedirme que bajara un poco la pelvis, Juana comentó que la transferencia era 'facilísima'. Así me encontraba yo cuando mi husband me indicaba que mirara el monitor, pero yo estaba tan concentrada en mantener la postura que casi no alcancé a ver cómo entraban los embriones en mi útero. Juana comentó al momento que 'una gota había subido hacia arriba' y enseguida un cursor estaba señalando el punto exacto donde se encontraban. Lo cierto es que no sentí absolutamente nada, lo cual es una excelente señal, pues una transferencia dolorosa o sangrante puede dar al traste con el éxito de un tratamiento.
Yo llevaba ciertas dudas en cuanto a la conveniencia o no de tomar prednisona y pincharme heparina para favorecer la implantanción pero Juana opinaba que son medicamentos potentes y que no habían nada que indicara que debíamos usarlos (imagino que serán un as que guardar en la manga en caso de tener que volver a probar suerte). Respecto al suplemento de progesterona que debemos usar en FIV, probé el día indicado con la primera cápsula de Utrogestán, como ya comenté, pero al dejarlo Juana me indicó que me pasara al Crinone (una novedosa progesterona vaginal) y que ayer me iban a inyectar una dosis de progesterona intramuscular para que llegara directamente al útero la dosis del día.
Poco más que contar. Con sumo cuidado me llevaron a la habitación, donde reposé el tiempo conveniente y pude ir al baño (siempre con miedo de pensar que cualquier movimiento en falso pueda perjudicar la implantanción). Fueron unos momentos llenos de bromas y buen humor, incluido el de la inyección que por cierto, me dolió un monton!! Creo que las mujeres que nos toca pasar por FIV desarrollamos una buena resistencia psicológica y física, pues somos capaces de pasar por un montón de vicisitudes para traer al mundo a nuestros pequeños.
OJALÁ la suerte nos acompañe esta vez. Como de momento no hay ningún síntoma a veces me pregunto si seguirá todo el orden por ahí dentro. ¡¡Ha sido tan bonito llegar hasta aquí!! Deseo de corazón que los dos embriones que porto se aferren con fuerza a la vida y se queden con nosotros. Espero que éste sea el inicio que dé pie a nuestra etapa como padres.
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Desarrollo embrionario: 3er día.
'Tres días después de la fertilización de los ovocitos, los embriones se han dividido en 6-8 células y están preparados para el consumo de glucosa en la cavidad uterina.
Los embriones tienen que haber duplicado el número de células que tenían en el segundo día.'
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