Qué largos se hacen los días entre pasito y pasito... como estoy acercándome a la parte final de este tratamiento mi paciencia mengua a la misma velocidad que crecen mis ganas de afrontar el siguiente episodio.
De vez en cuando me asalta cierta aprensión, un mordisco en la boca del estómago cuando me pregunto si yo conseguiré quedarme embarazada. Exiten, como ya he comentado antes, momentos especialmente 'difíciles' (nacimientos, nuevos embarazos, reuniones sociales con niños...) Pero como me dijo una vez Juana (Crespo) 'las dificultades están para estimularnos'. La verdad es que como esta vez no consiga el ansiado positivo voy a llevarme un palo gordo, gordísimo, tremendo diría yo pero si ocurriera el mundo no terminaría aquí ni la última palabra estaría dicha, porque sé que voy a ser madre, de una forma u otra, pero 'me gustaría pasar por la experiencia de un embarazo'.
A veces caigo en la tentación de compadecerme y desanimarme. Otras, en cambio, me llega la sensación intensa de que 'mi momento está acercándose'. Noto pequeños cambios: el año pasado no solía acercarme a mirar nada que tuviera que ver con bebés, pero ahora todo me llama la atención. Me descubro a veces anotando mentalmente cosas que me gustaría comprar, juguetes que me inspiran o pensando cuánto me gustaría comenzar a renovar y preparar esa habitación de casa que todavía no cumple su auténtica función.
Pero de momento hay que esperar un poquito más. Quiero doble ración de paciencia, por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario