viernes, 19 de febrero de 2010

Fundación / IVI Valencia



Menudo cacao tengo desde ayer...
Si de algo nos quejamos los usuarios de la Seguridad Social es de lo que suele tardar en llamarte para un tratamiento de fertilidad. Nosotros hemos tenido la suerte de que en la Fundación Jimenez Díaz tienen una lista de espera prácticamente inexistente, lo cual aplaudo desde aquí. Yo ya estoy 'en capilla' (de hecho mañana recojo la lista de la medicación a ponerme y tengo cita con el anestesista para la punción).
Sin embargo, cuando le pregunté a la joven doctora que me atendió el último día si el protocolo que siguen contemplaba 'el ciclo natural' (del cual he leido cosas bastantes positivas últimamente) me dijo que no lo hacían. Tengo la sospecha de que van a repetirme paso por paso el mismo tratamiento que ya he hecho dos veces anteriormente con resultado negativo. Estoy desanimada, francamente, creo que no me sienta bien la medicación tan fuerte que nos hacen poner y creo que consigo un entorno óptimo para la implantación. ¿QUÉ HAGO? desde finales del año pasado tengo cita pedida en el Ivi de Valencia para atender a una primera visita con Juana Crespo, una reputada ginecóloga que, por lo que cuentan sus pacientes, es capaz de ver y encontrar sintomas que otros médicos han pasado por alto y que 'personaliza' sobremanera los tratamientos de sus chicas. Pero obviamente, esto me va a salir mucho más caro que si sigo el tratamiento en la S.S.

¿Debo posponer la opción de la sanidad pública y dedicar mis energías y ahorros a Juana Crespo?

¿Me estoy dejando llevar por puras expectativas?

¿No debería primero completar un ciclo en la Fundación para despues ir a IVI Valencia? Pero de hacer esto, ¿para qué?

Tengo 'miedo' de ser penalizada en la Fundación si pospongo el inicio del tratamiento pero por otro lado voy más ilusionada y motivada si lo hago con esta doctora. Puestos a consumir recursos psicologicos y físicos (supongo que cada tratamiento es una 'agresión' a nuestro cuerpo) prefiero gastarlos en algo novedoso que me devuelva la fe perdida... No me sobran ni el dinero ni la fortaleza psicológica, y tengo miedo de dar pasos en falso que los consuman en balde, pero supongo que esto es así, nadie sabe dónde estaba su positivo hasta que llega a él.

Estoy hecha un lío.

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