Desarrollo embrionario: 9º día

Aproximadamente, nueve días después de la fecundación, el blastocisto se fija de manera definitiva, aprovechando la relajación del endometrio y la secreción de algunas enzimas del trofoblasto, que facilitan su implantación. El trofoblasto servirá como base para el crecimiento de una importante estructura de intercambio (la placenta), mientras que las células que constituyen el embrioblasto se convertirán en el embrión.

Comienza la semana más dura de todo el tratamiento.

Ésta es la semana en la que te preguntas si cada calambre similar a los de regla es un indicio de la presencia inminente de ésta.

Ésta es la semana en la que te preguntas si ese montón de síntomas que ya tienes o la ausencia de ellos tendrán algo que ver con el éxito o fracaso del tratamiento.

Ésta es la semana en la que cada vez que vas al baño inspeccionas con lupa tu ropa interior con el temor de encontrar algún indicio de que todo ha fracasado. Si aún sigue blanca, tu alivio es inmenso.

Ésta es la semana en la que cada vez que sientes que la progesterona se escurre rezas para que no sea regla.

Ésta es la semana en que tu cabeza funciona a mil por hora.

Ésta es la semana en que comparas la evolución de esta betaespera con la evolución de betaesperas pasadas y concluyes lo bien o mal que lo llevas.

Ésta es la semana en la que te parece observar señales continuamente que te confirman el éxito o el fracaso del tratamiento.

Ésta es la semana en la que a ratos planeas el siguiente intento para a continuación pasar a estar absolutamente convencida de que éste es tu ciclo ganador.


Señores, ésto es una betaespera.